A menudo me encuentro con diagnósticos de trastornos en niñ@s, muy importantes para abordar conductas y para las familias adquirir herramientas para al fin y al cabo una vida más feliz. Pero siento que a veces es colocada la etiqueta, y por desgracia l@s niñ@s sienten ese cartel que pesa, a los padres pueda «aliviar» conocer que está pasando para guiar, para sentirnos acompañados. Pero existe la delgada línea roja del tener o ser.
Porque no es lo mismos tener que ser. Es necesario conocer que esta pasando pero sin perder de vista al niñ@. Todos los beneficios que pueda aportar el conocer, no acabe oscureciendo la luz que porta cada ser. No es el tener, es la importancia del «ser», ser escuchado, ser mirado, ser cuidado con un un limite, ser ayudado a respetar y cumplir las normas, permitirles mostrar su desaprobación, permitir «ser» en definitiva a veces pueda ser difícil. Me encuentro por suerte con padres y madres maravillosos que se preocupan por darles a sus hij@s una infancia más sana y feliz, bella la tarea de ser madre y padre que nos mueve el amor.

Vanessa Navarro