Nuestra última sesión fue una jornada muy especial, donde en un entorno hermoso y bello en un enclave natural, donde el calor nos acompañó pero no nos faltarón unas frutitas para refrescarnos.

Disfrutamosde la primavera para dejar brotar las semillas creativas, nada como el rojo de una amapola que a Andrea llama la atención, o unas preciosas margaritas… o una encina, o el olor que  transporta  José a un lugar mágico donde viven «mis abuelos» y entonces  pinta su casa y el jardín… estas son las sesiones mágicas que cada lunes tienen lugar en el «mundo Zinnia» como Alejandra bautizó a nuestros talleres.

Y la próxima semana os seguiremos contando…